lunes, 26 de enero de 2009

EL puré de tomate y la piedad del anciano

lunes, 26 de enero de 2009
Yo creo que eran como cuatrocientos, todos ellos intactos menos uno que seguramente a causa de una caída sufrió la abolladura permanente e irremediable de una de sus aristas. Posiblemente la herida era reciente, ya que estaba al frente de aquel batallón de tetrapacks de puré de tomate, y quizás hacía poco que algún descuidado empleado o cliente lo dejó caer. Si fue un cliente, quizás tuvo la decencia de regresarlo a su sitio, pero no la de llevárselo en su carrito y adquirirlo. Claro está que por alguna paranoia vanidosa, los seres humanos ya no quieren productos con cajas imperfectas dentro de sus geométricas despensas, los eligen como si fueran frutas o verduras, evadiendo en el empaque cualquier rasguño, abolladura o defecto aun de impresión como si éstos significaran que el producto queda inservible desde el momento en que el elefante Melvin no está lo suficientemente colorido, o la etiqueta de la mermelada no está lo suficientemente adherida al frasco de tal suerte que ni en el primero ni en el segundo caso, son buenos prospectos para la ingestión humana. Irónicamente ya sabemos que el empaque termina en la basura y regresando al hipotético caso de que un cliente dejó caer el puré, existe también el pánorama en que fue tanto su espanto, flojera o certeza de que ya nadie querría semejante ejemplar de puré de tomate sazonado, que por alguna diversa razón decidió dejarlo en el suelo, y más tarde un empleado seguramente como un acto reflejo al ver un producto en el suelo, levantó y reubicó en el estante, con una pequeña reverencia, una plegaria o una triste bendición para lo que era ya una causa perdida.

Nadie contaba con que en ese mismo superalmacén de autoservicio, merodeaba un anicano que portaba en oposición a un carrito, una tradicional bolsa de mercado. Sus huaraches zurcaban los pasillos con una implacable determinación acompañada de una astuta concentración. Me gustaría dar una descripción más detallada pero pasó a mi lado tan de prisa que sólo recuerdo la estela que dejó. Lo miré por encima de mi hombro y vi que se detuvo al ver el dañado ejemplar, lo tomó, lo vio fija y duramente como si lo viera a los ojos exigiendo una respuesta, y lo dejó caer en su bolsa. Acto seguido desapareció de nuestras vidas. Posiblemente sintió piedad por aquel puré, incluso cabe la posibilidad de que le haya atraído justamente la deformidad ése que solía ser un cubo y como si se tratase de una cría lastimada y abandonada, decidió protegerla. También sospecho que pudo sentirse identificado, y le dio a ese cuadrito la aceptación que en algún punto de su vida no tuvo. Me intriga el momento en el que se le quedó viendo al puré, fue tan breve pero existió. Me refiero a que no fue un movimiento de rutina, alcanzar el tetrapack y ponerlo en su bolsa, hubo un momento de reflexion, de empatía y de piedad. Puedo asegurar, como testigo ocular del acontecimiento, que se trató de un gesto tan magnánimo que juraría que se llevó el más bello puré que el mundo haya conocido.

Debo confesar que pocos segundos antes de la aparición del anciano, tomé dos muestras del mismo producto, evitando conscientemente la unidad abollada. Tras ver al anciano pasar, devolví al estante los dos paquetes, y juré no volver a comer puré de tomate hasta que me tope con uno de similares o peores condiciones.

6 comentarios:

  1. Veo que has superado lo de la leche. También pienso que eres la onda. Un abrazo!

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  2. ¿Quiza venden mas baratos los productos abollados?

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  3. Ahora me siento profundamente culpable.
    No solo suelo evitar tomar los empaques abollados, sino incluso estiro el brazo para alcanzar los envases del fondo, quitando los de la primera fila, porque según yo, eso son los más sucios y manoseados...

    Shan, me has en enseñado algo nuevo y digno para reflexionar. Lo meditaré toda la semana.

    Saludos.

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  4. Mientras tengamos de dónde escoger, suena obvio que no tomaremos aquel envase abollado.

    Un gusto volverle a leer, y ahora con blog. Me pasaré seguido. Saludos!

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  5. Shan escribe más historias!!
    tienes como 38574375 productos esperando en los estantes por sus historias juju.
    =)

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